Algo imprescindible para el sabor de la pizza no es solo que los ingredientes sean frescos, de calidad y que estén bien tratados, sino que el horno de leña es realmente importante para su sabor. Según el tipo de horno que se utilice, la pizza adquiere unos matices u otros.
¿Conocéis qué tipo de horno es mejor? Horno eléctrico, horno de gas, horno de leña…
Sin lugar a duda desde el restaurante La Mezza Luna elegimos el horno de leña. Es así cómo conseguimos el sabor de nuestras pizzas.
Quizás haya gente que opine que tener un horno de leña en tu restaurante es de antes, es demasiado tradicional e incluso puede llegar a pensar que este tipo de horno ya se ha quedado anticuado. Pero te vamos a dar las mejores razones por las que tener un horno de leña no nos hace ser un restaurante más.
Los principales motivos para tener horno de leña son:
- El sabor
Utilizar hornos de leña aportan a los alimentos un color, textura, aroma y un sabor único y delicioso. La pizza se cuece desde abajo por el contacto con la base refractante del horno. Esto hace que la masa se deshidrate y la base quede crujiente. Por encima por el contacto con el aire caliente, hace que se funda la mozzarella y se cuezan los ingredientes, pero también y no menos importante, por la irradiación del fuego a cada lado de la pizza.
- Más sano
Los alimentos cocinados en horno de leña se cocinan con menos grasa y quedan mucho más jugosos. Además, es más saludable. La temperatura de un horno de leña es más suave y homogénea que la de uno convencional. Así, los alimentos no se ven sometidos a grandes diferencias de temperaturas y su estructura no sufre.
- Ahorro energético
Los hornos de leña ahorran energía ya que están fabricados de forma tradicional con barro refractario de primera calidad, siguiendo el proceso artesanal. Tanto su embocadura, como su base y paredes están reforzadas, lo que conserva el calor durante mucho más tiempo.
Si quieres conocer cuál es nuestra carta de pizzas y conocer el característico sabor de nuestras pizzas, no dudes en visitarnos.
¡Nos vemos en Granollers!